Ahí va la crónica de un gran amigo, trapecista nº 1, enamorado del deporte, un triatleta muy conocido y querido por la comunidad de triatletas y excelente persona. Ahora bien si coincidís en algún ironman en la salida no es dejeis engañar por su cara angelical de joven pacifista de mayo del 68. Dejarlo pasar. Siempre acaba transformandose al salpicarse con el agua y aparece su instinto más primario: el asesino. Suele salir entre los Pros del agua.
Tenía en mente, hace ya tiempo el reto de nadar de Castelldefels a Sitges. El pasado sábado la empresa Marnatón organizó la prueba, 10km nadando por el mar con neopreno que unían Port Ginesta con la playa de la Fragata de Sitges.
Sobre las 8h de la mañana se dio la salida con unos 140 participantes inscritos. El mar estaba en buenas condiciones, poca corriente y muy poco viento. La temperatura del agua un poco alta para estar tanto rato con el neopreno.
Pasamos por delante del puerto de Garraf, más adelante por la cementera de Vallcarca y desde allí ya se empezaba a divisar Sitges, para mi la parte más dura de la travesía sin apenas puntos de referencia. Ritmo cómodo desde el principio y con ganas de disfrutar de la prueba en todo momento. Aproveché los cuatro avituallamientos de la organización para beber algo de agua (no salada) y tomar un pequeño respiro. Las medusas nos acompañaron durante todo el recorrido, en algunos tramos más que otros. Entre el kilómetro 7,5 y 8,5 pasé aquellos malos momentos de toda prueba de larga distancia, falta de ritmo, malos pensamientos y bajada de frecuencia de la brazada. En el último avituallamiento, justo delante del port d’Aiguadolç, me tomé la bebida mágica, medio vaso de Coca-cola para que el aporte rápido de azúcar+cafeína me ayudara a superar el mal rato que estaba pasando.
Así fue, los últimos 1.500 m me remonté y pude llegar a Sitges con la previsión de tiempo que yo tenía 2h:47’, bajar de tres horas en un 10.000 en mar abierto y con neopreno.Espero poder participar en esta prueba en las próximas ediciones.
Gemma, Joan y Carlota esperándome en la playa de la Fragata para animarme en los últimos metros e inmortalizar la llegada.
Entrañable
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