Hemos quedado a las 5.45 con la BTT para subir el mítico Rat Penat, un grado de temperatura. No se lo que tiene esta subida pero disfrutamos sufriendo al máximo, pensando que el pulsometro gripara en algun momento, revoluciones con puntas de 193 latidos, las piernas duras como chorizos de cantimpalo, generando lactato a lo grande en nuestras venas, sudor descontrolado, en definitiva, esencia Go Up. Retorciendonos subiendo como unas cobras al mas puro estilo serpiente trapecista. Pero con un premio goloso al llegar arriba digno de recordar que supera incluso a una buena tarta de frambuesa: unas vistas espectaculares, de postal, que nos hacen sentirnos vivos, muy vivos. Un mundo por vivir.
Y dentro de esta neurosis del muro del trapecista(con Ludopatria incluida) pensando ya en el trapecista extremo..............no se cuando llegará pero me encantaría poder convertirme en un trapecista extremo, aunque solo sean 20 segundos...........
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