Tal como os comentaba en mi entrada anterior me planteaba esta prueba como un entreno de calidad y sobre todo en altura de cara a la Ultra Trail de Mont-Blanc. Así fue.

Antes de subir al tren cremallera: 9º
Comparti el tren cremallera de Ribes de Freser hasta Nuria con los abuelos de Kilian Jornet. Dos personas encantadoras, sencillas y muy amables. El año pasado estuvieron en la Ultra Tral de Mont-Blanc. Me comentaron que lo vivido dias antes, durante y después de la carrera en Chamonix es realmente mágico.

Llegue diez minutos antes de la salida para recoger los dorsales. Desde las ventanas del tren cremallera se aprecia que el tiempo en Nuria es inmejorable, el marco es de postal, todo muy verde y, un montón de participantes calentando con los dorsales negros característicos de Buff.

Una vez se dio la salida, a 1.900metros, teníamos que subir el Puigmal, a 2900metros. Corono esta mítica montaña en Cataluña, en 1:17, un buen tiempo sin ir pasado de rosca. Oigo campanas y gente que grita mi nombre. Que chute de animación. Que pasada. Me empujan y animan como si estuviera subiendo una etapa alpina del Tour de Francia. Momentos únicos e inolvidables en la Zegama Catalana. La verdad es que la organización fue excelente: circuito muy bien marcado, agua e isotónico bien frío en puntos estratégicos y la fiesta final muy acertada. Con casteller y gigantes dando color a la gran fiesta deportiva.

Peleandolo



Puigmal a 2913m
Las vistas desde lo alto del Puigmal, como durante todo el circuito son impresionantes, más del 70% de la carrera estamos por encima de 2700metros, dando la vuelta a Nuria. Solo por las vistas de ayer valió la pena inscribirse en esta prueba. Pero las vistas había que trabajarlas: cuatro picos de más de 2800 y uno de más de 2900metros. Madre mía que dureza. Esta media maraton nunca se acaba. La bajada final de 4km ponía a prueba los cuadriceps. La realice muy lentamente, no quería poner en riesgo mis tobillos a un mes de mi objetivo del año.

Me sorprendió comprobar que podía tirar bastante bien y a pulsaciones elevadas a una altura importante. Aunque la parte negativa, tal como os comentaba también en la entrada de la Nuria-Queralt es que bajo fatal. Creo que por falta de técnica, por miedo a lesionarme, por tener las piernecitas de keniata y sobre todo por falta de km. Todo ello provoca que quizás pise con mucha inseguridad y en las bajadas largas se me van agarrotando cada vez más las piernas.

La parte positiva de toda esta historia es que se exactamente cuales son mis deficits y sin dormirme aun estoy a tiempo para mejorar este aspecto. ¿Pero como puedo mejorar bajando? Ya me diréis, que ya se que por aquí se pasean unos cuantos trail runners.

En mi proxima entrada os informaré sobre el material que estoy probando de cara a la Ultra Trail de Mont-Blanc. Aspecto que creo que es más importante que en triatlón.