Elimino de mi congelador  la Barcelona Perpignan-Barcelona, una prueba ya descongelada e incluyo en un rinconcito esta aventura.   
Se llama la Ruta de la Amistad.  Un viaje espectacular, ciclando, lleno de magia, sintiendo la fuerza  de la naturaleza y de la cultura himalaya, en el techo del mundo, mientras sentimos el déficit de oxigeno en nuestro cuerpo.  
Un recorrido que une la  capital del Tíbet, Lhasa, con la del Nepal, Katmandú a través de la  cordillera del Himalaya y pasando por los pies de la montaña más elevada  del planeta, el Everest, con sus 8.848 metros de altura. Hay que  pedelaear unos 1.100 kilómetros en la meseta tibetana a una altura  superior a los 4.000 metros y subiendo puertos de montaña superiores a  los 5.000 metros, pasando incluso por el Campo Base del Everest.
Dos semanas cruzando la cordillera  del Himalaya disfrutando de un paisajes únicos  entre banderas de    oración, mantras tibetanas, molinos de oración, té de    mantequilla de yak y tsampa y sobre todo aprendiendo de  la amabilidad, nobleza, hospitalidad de unos habitantes que son en su mayoría budistas. 
La ruta se puede hacer desde el Tibet(Lassa) o bien desde Nepal(Katmandu)   
  
 
   "La jornada sobre la  bici, de nueve de la mañana a cuatro de la tarde, nos deleita durante el  camino de montañas con sus puertos, los valles y ríos, sus aldeas y sus  hospitalarios habitantes. A continuación, el diario de la Friendship  Highway, nuestro cuaderno de viaje:
 
Etapa 1: (100 km.) Partimos  recorriendo de forma paralela el cauce del río de Lasha, bordeado de  grandes montañas. Tropezamos con los primeros yaks, un bóvido de pelo  largo que es el mejor aliado de los tibetanos. Sacamos a lucir nuestras  técnicas taurinas pero se quedaron en unas risas. Del yak se aprovecha  todo. De él sacan la carne, la leche, la manteca, el pelo y hasta los  excrementos, que los emplean como combustible. Además de utilizarlo como  animal de carga. Se puede decir que es un animal emblemático y base del  sustento del pueblo tibetano.
Yak tibetano
Etapa 2: (85 km.)  Nos levantamos  con temperatura por debajo de cero grados. Subimos el puerto de Khamba  La (4.794 metros de altitud) para coronar su cumbre con un regalo para  la vista, el lago Yamdrok Tso, llamado lago escorpión por su forma y  situado a una altura de 4.500 metros sobre el nivel del mar. 
Khamba La
Lago Yamdrok
Etapa  3: (40 km.) Empezamos a pedalear contra viento gélido que corta la  cara. Los bidones de la bici congelados, manos y pies doloridos por el  frío. Afrontamos el primer puerto de montaña por encima de 5.000 metros,  el Karo La. 
Paso Karo La
Etapa 4: (54 km.) Entre montañas y lagos de azules  turquesa alcanzamos la ciudad de Gyantse, donde se haya el Templo de  Baiju en un monasterio amurallado. 
Gyantse
 
 
Etapa 5: (93 km.) Llegamos a  Shigatse, la segunda ciudad más importante del Tíbet, donde el  monasterio de Tashilhumpo guarda un descomunal buda de 21,6 metros  cubierto de oro y piedras preciosas, diamantes y turquesas. 
Shigatse
Etapa  6: (83 km.) Puerto de Tra La, de confortable ascensión. Campos áridos  de cultivo donde los animales pastan: cabras, ovejas, vacas, caballos y  yaks.
Etapa 7: (70 km.) Puerto de Tso La, 4.620 metros. Los  puertos de montaña son la morada de los dioses. En sus cimas el viento  sopla con fuerza ondeando las banderas oratorias que los coronan y  esparcidos por el cielo cientos de caballos de papel. Son lugares de  culto a los dioses de la montaña. Las banderas oratorias contienen  plegarias que el viento propaga y sus colores representan a los  elementos de la naturaleza: los rojos el fuego, azules el cielo, blancos  las nubes, amarillos la tierra y los verdes el agua.
Tso La
Etapa 8:  (80 km.) Amanece con las bicis cubiertas de escarcha. Empezamos a  pedalear agarrotados  por el frío, esperando que el sol caliente al  menos un poquito. A nuestro paso por las aldeas los niños salen a  nuestro encuentro con gritos de "¡Thasi delek!" (hola). Unos niños  sonrientes con moquitos en la nariz y unas mejillas rojizas. El plato  fuerte del día, el puerto de Gyatso La, a 5.248 metros de altitud con  rampas constantes sin descansos. Al aproximarnos a Shegar se nos  presenta ante nosotros la más alta de las montañas de la tierra, la  morada de la diosa de la naturaleza, el Chomolangma, que significa Madre  del universo, el Everest. 
Gyatso(al fondo el Everest)
Etapa 9: (60 km.) Rodamos a través  del pasillo que nos dejan las montañas. De colores marrones y formas  curiosas, rasgadas por los glaciares, con invasión de arena y dunas por  alguna de sus caras, algunas con formas afiladas a modo de cuchillas,  todo un repertorio de montañas que hacen volar nuestra mente imaginando  su génesis. Los colores vivos nos dan la calidez pero son un espejismo  ante las duras condiciones de la naturaleza en el altiplano. Acampamos  en el valle ante el regazo de los grandes ochomiles, Everest y Cho Oyu.
 Campo Base Everest
Etapa  10: (70 km.) Madrugamos con la ilusión de subir al techo del mundo. Un  camino que cruza ríos, donde no nos podíamos imaginar que alguien  habitara, pues nos encontramos con ganaderos con sus yaks y aldeas  habitadas a cinco mil metros. Impactante fue el llegar a Rongbuk, el  monasterio budista más alto del mundo, donde acampamos en nuestras  tiendas con la omnipresencia del Everest. Su cara norte es la que  admiramos desde este lado del Himalaya. Esa tarde inolvidable donde nos  sentamos hasta el anochecer con la mirada en una sola dirección. 
 Fotos anteriores Rongbuk
Etapa  11: (30 km.) A medianoche escuchamos unos cantos de tibetanos  regresando a Rongbuk. Fuera de nuestras tiendas, una temperatura de diez  bajo cero, un cielo despejado y plagado de estrellas al alcance de la  mano. Por la mañana, con enorme ilusión, montamos en nuestras bicis y  nos dirigimos al Campo Base del Everest, situado a 5.300 metros, en la  cara norte del Chomolangma.
 Etapa 12: (76 km.) Bajamos a la  meseta por pistas polvorientas. Rodamos atravesando pueblos con sus  casas de adobe igual que siglos atrás. En los márgenes del camino,  ruinas de antiguos monasterios budistas, destruidos en la revolución.  Ante nosotros otro puerto duro, con viento cortante de cara, el Lalung  La, 5.126 metros. Las gargantas irritadas por el seco y frío aire, el  polvo del camino, hacen que nuestro silencio se acentúe. Entre las  yermas montañas se divisan las cumbres de los gigantes del Himalaya.  Somos insignificantes en este paraje.
Lalaung La
Etapa 13: (70 km.)  Afrontamos el Thong La a 5.050 metros, el último puerto de nuestra ruta.  El viento sopla con fuerza y ante nosotros una cadena montañosa blanca,  una puerta abierta a cumbres de sietemiles. Llegamos a Nyalam, donde  pasaremos noche. Llevamos doce días a más de cuatro mil quinientos  metros de media, pedaleando y subiendo puertos de montaña superiores a  cinco mil metros. El paisaje es espectacular,con grandes montañas en el  corazón del Himalaya, cubiertas de nieve y azotadas por un viento gélido  y con condiciones de vida inhumanas. 
 Nyalam
 
Etapa 14: (60 km.) Del  Tíbet, con su paisaje de alta montaña, nacientes de ríos, picos nevados  carentes de vegetación, siguiendo el río, desde sus inicios en las  cumbres bajamos hasta Nepal, donde la vegetación aparece al bajar de  altitud, los árboles cubren las laderas de las montañas hasta ahora  desnudas. Zhangmu es el último pueblo tibetano antes de cruzar la  frontera en Kodari, Nepal. Tibetanos, chinos y nepalíes se mezclan en la  frontera, donde hay un gran movimiento de mercancías y gente. 
Etapa  15: (40 km.) Nos encontramos ya en alturas mas saturadas de oxígeno.  Por la tarde rodamos rumbo a Dolalghat. Las nubes vuelven a aparecer  bajo el cielo. Los cauces de los ríos se ensanchan y los pueblos se  asientan en sus márgenes.
Etapa 16: (60 km.)  Subidas frondosas recorriendo los pequeños pueblos nepalíes. Dulikhel,  desde aquí se observa todo el Himalaya. Ante nosotros aparece el valle  de Katmandú, nuestro destino. "
Bhaktapur, Valle de Katmandú, yo lo llamo la Venecia oriental.  Todo un lujo perderse por su calles
"If  you have peace of mind, when you meet with problems and difficulties  they won’t disturb your inner peace. You’ll be able to employ your human  intelligence more effectively. But, if your mental state is disturbed,  full of emotion, it is very difficult to cope with problems, because the  mind that is full of emotion is biased, unable to see reality. So  whatever you do will be unrealistic and naturally fail."  Dalai Lama
 
Buenísimo.  Tantas ideas condensadas en pocos minutos.  Es increíble la de verdades que aparecen en este video. Ahora bien, muchas de las cosas que se proponen yo las denomino experiencias que dan sentido a la vida más que felicidad.  Tal como comenté aquí  entiendo que la felicidad está en nuestra mente y depende del esfuerzo que realicemos en eliminar los estímulos negativos.  Si está repleta de energía negativa de poco sirve que actuemos como en el video, comprando una planta, mimando a los nuestros, compartiendo, haciendo deporte, leyendo o dejando de ver la TV, ya que estas experiencias nunca serán plenas o profundas.